Permítanle a servidor, queridos lectores, que hoy cambie su
particular opinión por una sentida devoción. Sí, señores, devoción y admiración
por una de las personas que más ha trabajado y perseverado en este difícil y
complicado mundo del comercio y el bebercio. Sí, hablo de Quique Dacosta.
Mañana día 6 de febrero será una fecha a recordar y anclar
con letras mayúsculas en la historia gastronómica de nuestra provincia. Mañana
abrirá Quique Dacosta Restaurant con sus flamantes tres estrellas Michelín. Sin
duda un hecho memorable que para muchos de nosotros supone, además de la lógica
y compartida alegría del merito de quien admiramos, un punto de inflexión en lo
que a la gastronomía provincial se refiere. A partir de ahora, bueno desde
noviembre, los ojos y los sentidos de muchísimas personas amantes del buen
comer y el buen beber miran hacia nosotros con la inquietud y la esperanza de
encontrar en nuestra tierra un lugar de disfrute y de pasión gastronómica. Nos
miran desde el deseo de viajar y compartir nuestra mejor cocina, nuestra firme
y consolidada vanguardia, de saborear la mejor tradición de una provincia que rezuma
sabores por cada uno de sus costados, y , sobre todo, de vivir una nueva y
reconfortante experiencia entre nosotros. Y es aquí donde realmente empieza
nuestro trabajo. Llevamos muchísimos años haciendo las cosas muy bien y ahora
es el momento de hacerlas mucho, mucho mejor. Hemos apostado firmemente por
crear una gastronomía de vanguardia siempre desde el respeto por la tradición.
Hemos apostado por la unión y el buen hacer de nuestros profesionales. Seguimos
creciendo y consolidando nuestra presencia en los más altos foros gastronómicos
a nivel nacional e internacional. Tenemos el apoyo de las instituciones que, de
una manera mejor o peor según se mire, han creído en la gastronomía como uno de
nuestros referentes y baluartes turísticos. Y sobre todo, tenemos un montón de
personas que cada mañana se esfuerza y se comprometen en repartir ilusiones,
alegrías, compromisos, y muchísimo trabajo para conseguir que nuestra gastronomia
sea reconocida tal como se merece. Y todo ello lo vamos consiguiendo día a día.
Y hay un culpable de todo, Quique Dacosta. El en su modestia
estoy seguro que , como yo, lo hace extensivo a todos y cada uno de los
profesionales de la hostelería y la restauración de nuestra provincia, pero su
aportación tanto humana como profesional, es algo digno de admiración y de
reconocimiento. De todos es sabido el compromiso de Quique con todo el sector.
De su manera de esforzarse y acudir a cada pequeño o gran acto en el que se
pueda ayudar a nuestra industria gastronómica. De la democratización de su
cocina y de sus saberes en mil y una ponencia en la que lleva el nombre de Alicante
y de Denia como nuestro más reconocido y mediático embajador. Pero sobre todo,
Quique es el mejor ejemplo del carácter de unas gentes, las alicantinas, que mantienen
un espíritu inquieto y trabajador como armas certeras de su merecido éxito.
Bravo por vosotros.
Y a Quique, mil gracias. Por todo. Buena suerte.
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